martes, 13 de agosto de 2013

ENIGMA 31


Dos hombres se sentaron a rezar, sus profesiones eran diferentes, usos, costumbres y maneras, muy aparte del uno del otro. Ambos con familias y responsabilidades, y ambos también con necesidades.
El uno le dijo a Dios:
-Hoy Señor, he venido ante ti con una lista muy  larga, quiero por favor dar rápida solución, que todo quede perfecto y que además sobreabunde la bonanza. Quiero que sepas que estoy muy seguro que lo vas a solucionar todo. Estaré pendiente y esperando hasta largas horas de la noche.
El otro hombre decía:
-Señor supremo y poderoso. Yo mismo soy una necesidad, pero hoy no quiero hablar de mí, y de verdad  ni mañana tampoco. Quiero hablar de ti, quiero conocerte, yo sé que no podré entenderte pero si hoy puedo acercarme aunque sea algo insignificante quizás al final de mis días pueda sonreír al verte. Señor, te pido que no te ocupes de mis  cosas, yo ya he aceptado que en la vida también para vivir no solo tendré que reír sino que también capaz  llorar. Pero yo no soy importante, tú si lo eres. Déjame por un instante ser lo que solo quiero ser, amarte, y lo demás, lo demás ya pasará.
El tiempo pasó y, uno al infierno llegó con todos sus problemas resueltos, y el otro al cielo llegó sin haber podido resolver ningún problema, más al final ya no importa los problemas solo importa la eternidad.  Dime, ¿tú sabes quién al cielo y al infierno irán?

  Nota:
Si tienes la respuesta escribanos para  ver si acertaste:
e-mail:
mystichealingart@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario